lunes, 14 de agosto de 2017

Depresion.

Presa en mi propia mente.

Soy Dianamireya Buitrago, una persona alegre, confiada, muy tranquila, capas de realizar cualquier actividad, de echo muy creativa, sagaz, siempre pensando en positivo y buscando cada día la mejor forma de vivir, hacer feliz a otros y así lograr mi propia felicidad. Bueno esa era hace aproximadamente un año. Porque.....
  Un día de pronto desperte, en un cuerpo que no reconozco como mío, un cuerpo lastimado, con dolor físico y con una mente llena de dudas. Quienes me aman solo repiten, ¨Todo esta bien, estas con nosotros¨, yo no comprendo y pregunto que ha pasado?, y ellos siendo enfáticos en que estoy bien, me dicen que fui victima de un intento de robo en el cual me echaron una sustancia que lastimo mi cuerpo. Sigo sin entender mucho y mi mente simplemente no descansa, sigue acumulando preguntas.
 A partir de ese día comienzan una serie de pesadillas, hoy comprendo que era mi cerebro tratando de tener una explicación, y como no la conseguía, decidio escribir su propia historia.
Me llevo por lugares terribles, macabros,  por momentos devastadores, por situaciones dolorosas.
Resulto siendo tan buen escritor, que hoy ya no se cual es la verdad de todo, no se si confiar en los otros o en el.
 Solo se que a partir de ahí mi vida cambio totalmente, me invadió el miedo, un sentimiento que había experimentado antes, pero que de alguna manera fantástica había logrado desaparecer, y hoy volvió con una fuerza que me supera, que no me permite continuar, que esta lastimando mi existir y el de las personas que generosamente están a mi lado y me aman, quienes decidieron luchar a mi lado y quienes desean con todas sus fuerzas ser el juez que me da la orden de libertad para salir de esta cárcel. Cárcel con barrotes, con guardianes, con dolor, con angustia, con sosobra, con desconfianza, la peor que te puedas imaginar.
Una cárcel en donde yo misma soy mi verdugo, en donde la lucha es constante y pagando una condena sin tiempo definido.
   Tenia la certeza de mi inocencia, sin embargo hoy, después de meses y meses con terapias físicas, sicológicas, con medicamentos...etc.
Me pregunto ¿si en verdad soy inocente? ya que todos me dicen que solo yo tengo la llave, que solo yo puedo salir de este encierro, de este tormento, y yo no comprendo a que se refieren, yo tan solo busco un lugar seguro, un refugio donde no pueda llegar el mal, solo quiero alejarme del dolor, no comprendo que esperan de mi?.
Me dicen que hay que continuar, que hay que seguir luchando y siendo feliz, pero mi cerebro dirige mi vida, todo el tiempo esta atento y diciéndome que no debo ir, no debo salir, no debo moverme sola, no debo, no debo, no debo....... y cuando lo hago me invade otra vez ese sentimiento, ese que me hace temblar, llorar, sudar, ese que me aparto de todo.
Ese que me hace pensar que son los demás quienes están mal, por que no comprendo como pueden vivir tan tranquilos, como aceptan tanta maldad, como escuchan, se sorprenden, después pasan la pagina y continúan su vida, no logro comprender como pueden seguir adelante y convivir con tanta degradación, con tanta violencia.
  Siento que han perdido su humanidad, han dejado de luchar, han aceptado que el ser humano se ha convertido en el depredador de todo, hasta de si mismo.
   Dios, no quiero ser así, no puedo, me duele el alma y sonara para algunos debilidad o cualquier otra cosa, pero no me siento capaz de aceptar un mundo tan absurdo, tan diferente al que tu nos diste, yo quiero un mundo lleno de amor, de respeto, de solidaridad. Estoy segura de encontrarlo por que Dios lo tiene para mi y para todos los que lo deseen.
Mi confianza esta puesta en Ti, ahora comprendo donde esta mi llave, esa que busco y busco y no encuentro, esa que me aseguran todos que tengo, esa que me dará de nuevo la libertad para vivir, para poder ser feliz y así devolverle la felicidad a otros. Esa llave la tienes Tú y hoy he decido ir en su búsqueda.


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